Cada vez es más evidente que no solo necesitamos viviendas sostenibles, también jardines con plantas capaces de sobrevivir ante las situaciones extremas a las que nos está llevando el cambio climático. Las altas temperaturas, épocas de sequía o periodos de abundantes precipitaciones torrenciales son las consecuencias de este cambio climático y un jardín sostenible puede ayudar a reducirlas.
Los jardines domésticos deben adaptarse a estas circunstancias. El cambio climático ha provocado que todos nos replanteemos por completo no solo nuestra alimentación, sino también nuestro estilo de vida e incluso la decoración de nuestras casas. En este sentido, la jardinería nos propone multitud de sistemas que nos ayudan a mantener un buen equilibrio en el ecosistema y potencian la autosuficiencia de las plantas que viven en nuestros espacios exteriores.
Hoy, en este artículo, te traemos algunas claves muy sencillas para que tu jardín sea más sostenible. Además, te explicaremos los beneficios que tiene un jardín sostenible y cómo se puede adaptar a un hogar.
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¿Qué es un jardín sostenible?
Un jardín sostenible o jardín ecológico es el que hace un uso eficiente y racional de los recursos disponibles. Podemos decir que sigue los principios del desarrollo sostenible e intenta minimizar su impacto, respetando y adaptándose al entorno medioambiental en el que se encuentra.
También supone un importante ahorro económico por su menor coste de mantenimiento, el control en el uso del agua o la no utilización de productos fitosanitarios. Son también más resistentes a las variaciones climáticas naturales del lugar donde se ubican y resultan únicos, porque no incluyen las típicas variedades internacionales que están en todos los jardines.
¿Cómo crear un jardín sostenible?
Crear un jardín sostenible en casa es muy fácil. Puede realizarse tanto en el exterior como en espacios interiores o terrazas mucho más pequeñas. Constituye, además, una actividad ideal si se pretende tener una casa sostenible que haga frente al cambio climático.
Para disfrutar de un jardín sostenible tienes que seguir estos consejos:
- Planta vegetación autóctona y variada
Las plantas de un jardín sostenible deben seleccionarse por su sostenibilidad y no por su porte o aspecto. Si queremos crear un jardín mediterráneo sostenible no deberíamos plantar eucaliptos u orquídeas únicamente porque nos guste su forma. A la hora de elegir las especies que se van a incluir en el jardín, es importante pedir ayuda a una guía medioambiental de la zona que nos asesore en la elección de las plantas autóctonas apropiadas. Además, pueden incluirse otras plantas alóctonas que no alteren la biodiversidad y cuyos requerimientos climáticos coincidan con los del área donde se encuentre el jardín.
- Mantén los desniveles naturales del jardín
Un jardín bonito no es el que está perfectamente ordenado y alisado. Mantener los desniveles naturales en un jardín sostenible, no sólo es estético, sino que ayuda a preservar las condiciones naturales de la tierra y la distribución de sus nutrientes. Además, cualquier trabajo de nivelado requiere de una inversión relativamente alta, con lo que es preferible mantener las condiciones del terreno para beneficiarnos tanto del ahorro económico como de recursos.
- Utiliza plantas diversas
La selección de plantas debe hacerse en base a la diversidad y no solo por su valor decorativo. Pueden usarse plantas que tengan usos culinarios, medicinales o aromáticos, que sean repelentes de ciertas plagas o que promuevan la estabilidad del suelo y la renovación de sus nutrientes. Trata, también, de conservar las plantas, los arbustos y los árboles preexistentes. Si se arrancan, aprovéchalos en la compostera, o bien úsalos para la fabricación de elementos del jardín.
- Protege tus plantas con antiplagas naturales
Allí donde tengas plantas es muy probable que te encuentres con alguna visita inesperada que requiera de tu ayuda. Encontrarás multitud de soluciones químicas preparadas que te permitirán ahorrar tiempo, aunque a cambio de un alto precio. Y es que, según la OMS, los insecticidas son altamente tóxicos para la salud y para el planeta ya que no solo deterioran la atmósfera, sino que también ponen en peligro la biodiversidad. Como alternativa, tenemos la posibilidad de crear nuestros propios insecticidas en casa: igual de eficaces y con un coste muchísimo menor para nuestro bolsillo.
- Ahorra recursos y lo más importante… ¡recicla!
Lograr un consumo mínimo de recursos energéticos y de producción de residuos es fundamental para conseguir jardines sostenibles y de bajo mantenimiento. Un ejemplo es el ahorro de energía en la iluminación que puede hacerse acudiendo a dispositivos de alimentación solar, bombillas de bajo consumo o planificando los lugares idóneos para su localización con la idea de maximizar su uso.
- Riega con un consumo sostenible
Hay una regla básica para conseguir un jardín sostenible, y es regar únicamente cuando sea imprescindible, siempre al anochecer para aprovechar mejor el agua y evitar que el sol la evapore. Saca el máximo partido a las condiciones climáticas: aprovecha la humedad de las noches y de las lluvias para garantizar que tu huerto o jardín estén hidratados manteniendo un acolchado de materia orgánica.
- Piensa en una decoración natural
En los elementos que conforman el jardín, así como en el mobiliario, utiliza materiales locales y objetos reciclados. Así evitarás el consumo de recursos y lograrás un jardín completamente sustentable en todos sus aspectos. Juega con texturas y planifica zonas con arena, gravilla o cortezas secas dependiendo del uso que le quieras dar.
Beneficios de un jardín sostenible
- Combate el calentamiento global y sus efectos. Los métodos que se emplean en este tipo de jardines ayudan a reducir las emisiones de gases como el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso.
- Promueve el comercio de proximidad. Así, se reducen los gastos en transportes de largas distancias.
- Mejora y mantiene la salud del suelo. La jardinería sostenible promueve la biodiversidad y respeta la tierra. Esto hace que el suelo sea más rico en bacterias útiles y otros componentes beneficiosos.
- Favorece la calidad y el ahorro del agua. Los jardines sostenibles no necesitan tanto riego. Por otro lado, al no usar productos químicos, el agua subterránea no se contamina.
- Contribuye al bienestar de los animales. En este tipo de jardines es importante promover la biodiversidad para que el entorno se regule por sí solo.
- Beneficios económicos. Al ser jardines adaptados a la climatología local su coste es mucho menor. No tendrás que simular otras circunstancias atmosféricas y cambiar tanto las plantas cada estación dependiendo del tiempo. Por tanto, tener un jardín con especies autóctonas supone un buen ahorro y te saldrá más barato.
Cómo adaptarlo a tu hogar
Una buena planificación es esencial tanto para el diseño como para la ejecución y el mantenimiento de un jardín sostenible y de bajo mantenimiento. Se deben tener en cuenta múltiples aspectos para adaptar un jardín sostenible a un hogar:
- El espacio disponible. Las dimensiones del espacio que vas a tener para crear un jardín sostenible influyen a la hora de planificar el número de plantas que vas a tener y su distribución.
- El uso que se va a dar al jardín o a sus diferentes zonas.
- Los condicionantes del clima de la región y su repercusión en las diferentes zonas del jardín. Por ejemplo, habrá áreas que sean más sombreadas por su proximidad a la casa y otras más expuestas al viento y a las inclemencias del tiempo. Todo ello afectará a la orientación del jardín y sus elementos.
- La decoración de un jardín sostenible debe ir acorde al resto de la decoración de la casa para que guarden una sintonía, utiliza mobiliario e iluminación acorde.
Conclusiones
En la actualidad se están dando muchos cambios en nuestro mundo. El cambio climático, la desaparición de recursos naturales y el agujero de la capa de ozono, entre otros, promueven la sostenibilidad. Los jardines domésticos deben adaptarse a estas circunstancias. En este post, te hemos dado algunas claves muy sencillas para que tu jardín sea más sostenible. Entre sus beneficios se encuentran un importante ahorro de recursos, el respeto al medio ambiente, y una mejora del bienestar.
Si además tienes mascotas, puede interesarte saber como decorar tu hogar adaptándolo a sus necesidades.